FUENTE: Fundación Ananta
El pensamiento de hoy habla de la magia y de nosotros como magos. Nos asusta quizás el término de “magia”, por sonar secreto, inalcanzable. Pero cada una de nuestras manifestaciones tiene un efecto sobre la vida. Por eso, no hace falta tener túnica y varita para ser mago. Podemos trabajar desde e lado de la evolución, pero también del de la involución.Nuestra magia puede efectivamente ser blanca o negra. Hay magia negra cuando pensamos mal del otro, cuando maldecimos, cuando solo buscamos tomar, al coste que sea. Es un patrón que conocemos bien. En él hemos pasado, pasamos todavía, muchísimos momentos, y lo envenena todo. Hay magia blanca cuando nuestro pensamiento es regenerador, cuando damos, y sobre todo cuando nos damos. También conocemos este patrón de conducta. Lo limpia todo. Es una decisión delicada, trascendente. Es nuestra responsabilidad. Y lo más bonito de todo, es que podemos elegir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario